"Déjalos, ellos aprenden solos"

Por: Jean Otero, M.A.Ed, PTA / Zayra Rosario, MS, CCC-SLP

Una de las frases más populares y con la que mayor frecuencia escuchamos cada vez que hablamos de estimulación temprana es “déjalos ellos aprenden solos”. Se estima que más de un 70% de padres/madres con infantes no logran entender la importancia de la estimulación temprana. El problema mayor radica en que esta frase popular luego se transfiere a la falta de estimulación y a dejarlos a la deriva, o peor aún, a entregarle un juguete y/o dispositivo electrónico para que pasen el rato sin necesidad de una atención directa por parte de los padres.

¿Por qué la estimulación temprana?

Hoy día, sabemos que los bebés nacen con un gran potencial y que está en las manos de sus padres aprovechar cada oportunidad en el proceso de maduración del bebé para que este potencial se desarrolle al máximo de la forma más adecuada y divertida.

No confunda la estimulación temprana con terapias dirigidas por profesionales de la salud. Por una parte están las terapias, que son ejercicios y actividades específicas para un diagnóstico en particular y que ha sido evaluado por un profesional de la salud. Por otra parte, está la estimulación temprana que es el conjunto de medios, técnicas, y actividades con base científica y aplicada en forma sistemática y secuencial. Se emplea en infantes desde el nacimiento, con el objetivo de desarrollar al máximo sus capacidades cognitivas, físicas, emocionales, sociales y lingüísticas. Ésto podría evitar estados no deseados en el desarrollo y ayudar a los padres con eficacia y autonomía en el cuidado y desarrollo del infante.

Ahora bien, cuando padres/madres nos preguntan si su hijo(a) va bien en su desarrollo mis respuestas son siempre honestas. Para nosotros, un bebé que no se voltee a sus 5 meses no esta bien, que no gatee a sus 10 meses no está bien, que no camine a sus 18 meses no está bien, que no siga instrucciones simples a los 12 meses no está bien y que no verbalice palabras a los 18 meses no está bien. Si nos preguntan es porque saben que algo no anda bien en su desarrollo. Somos profesionales de la salud y no sería ético de nuestra parte decirle todo anda bien “ellos aprenden solos”. Hemos dedicado años y horas de estudio al desarrollo de los infantes, hemos vistos cientos de niños(as) atípicos y sabemos cuando algo anda bien y cuando algo no anda bien.

Tampoco cometa el error de creer en las típicas falacias de llegar a conclusiones por experiencias propias, como por ejemplo: “mi bebé no gateó y ya camina, por ende el gateo no es necesario” ó “mi bebé habló después de los 3 años y no pasa nada”. Si entendió bien la importancia de la estimulación temprana, creemos que comprendió que existen consecuencias al saltar etapas en su desarrollo, unas más leves y otras más graves. Si no lo cree, espere que su niño(a) llegue al sistema escolar, se integre a la sociedad y no tenga las destrezas esenciales para ser productivo en la sociedad (sociales, motoras, lingüísticas, etc.).

Una de las ventajas que nos permite tener una mejor comparativa sobre el desarrollo en un niño(a) es que fuimos maestros en educación elemental y hoy día somos terapeutas especializados en la niñez temprana. Esto nos permite llegar a la raíz de muchos de los problemas que enfrentan hoy día los niños(as). Sin una buena estimulación desde  pequeños, con oportunidades de maximizar su potencial en cada etapa de desarrollo, su hijo(a) batallará al momento de integrarse a la sociedad.

No deje para mañana lo que pueda hacer hoy…

Los infantes desde que nacen reciben estímulos externos al interactuar con otras personas y con el ambiente que los rodea. Cuando estimulamos a nuestros bebés le presentamos diferentes oportunidades para explorar, adquirir destrezas y habilidades de una manera natural, a la vez que le ayudamos a entender lo que sucede a su alrededor.

Cada etapa de desarrollo necesita de diferentes estímulos que se relacionen directamente con lo que está sucediendo en el desarrollo individual de cada niño/a. Respete este desarrollo individualizado sin hacer comparaciones o forzar a su hijo(a). El objetivo de la estimulación no es acelerar el desarrollo, forzando al infante a lograr metas para la cual no está preparado, sino el reconocer y motivar el potencial de cada niño(a) en particular y presentarle retos y actividades adecuadas que fortalezcan su auto-estima, iniciativa y aprendizaje.

Conclusión

Quite de su vocabulario la frase “déjalos ellos aprenden solos” y reconozca que sin su ayuda como padre o madre su hijo(a) no va a tener un desarrollo óptimo. Bríndele las herramientas necesarias en el momento adecuado y edúquese para romper las barreas de la ignorancia. Le exhortamo a que no solamente se preocupe, sino que se ocupe y haga un cambio en la vida de su bebé.

Jean Otero, M.A.Ed, PTA