Por: Jean Otero, M.A.Ed, PTA

Hablemos de uno de los temas de mayor controversia en lo que se refiere a los hitos del desarrollo. ¿Está bien si mi hijo(a) brinca la etapa del gateo? Bueno, empecemos explicando la importancia del gateo.

¿Por qué el gateo es importante?

Sin entrar en muchos detalles y en términos sencillos, el gateo ayuda al fortalecimiento del torso, caderas, brazos, promueve coordinación bilateral de brazos y piernas, promueve planificación motriz, exploración sensorial entre muchas otras más.

Si prestamos atención a la gama de beneficios que ofrece el gateo, nos vamos dando cuenta que brincar esta etapa no sería lo más ideal. Por décadas se ha establecido que el gateo se debería estar completando entre los 8-10 meses (en un mundo ideal). Bien, no todos los infantes llevan el mismo ritmo de desarrollo y a eso debemos añadir que no todos tienen las mismas oportunidades de exposición. Cuando menciono exposición, me refiero a qué oportunidades de exploración en el suelo se le brinda, cuánto tiempo de “tummy time” se le ofrece y cuánta estimulación se le brinda. Factores como el tiempo que pasa en los brazos de papá o mamá o en una mecedora influyen negativamente en la adquisición de estas destrezas. Así que menos “carguete” (cómo decimos en Puerto Rico) y más tiempo en el suelo.

Pero digamos que se le ha brindado todo como se debe y pasa la etapa de los 10 meses y bebé se comienza a parar e inclusive a dar pasitos de lado. Aún más, ya camina y nunca gateó, ¿qué hago?. La respuesta a esta pregunta debe ir acorde con algunos principios del desarrollo, “nunca retrase o adelante una destreza, sino estimule correctamente para una adquisición natural de la misma”. En otras palabras si su bebé saltó la etapa del gateo, lo ideal es ofrecer ambientes y estímulos donde se promueva la etapa del gateo sin detener la etapa en la que se encuentra. El cuerpo humano no va a realizar cosas a las que no esté preparado, por ende un infante que se para y da pasos significa que hay suficiente activación muscular en general para producir esa destreza. Sin embargo no debemos olvidar que dentro de la destreza de gatear se producen ciertos beneficios que no se adquieren en otras destrezas, por eso es que se recomienda que no se “brinque” la etapa del gateo. ¿Y cómo hago que gatee si ya camina? Para lograr esto hay que ser creativos, por ejemplo haga que su peque imite animales como el oso, hágalo pasar por debajo de un túnel, debajo de una silla, etc.

Recuerde nuevamente que “nunca debe retrasar o adelantar una destreza” lo que significa que si su peque apenas se puede mantener sentado (poco balance) y apenas puede despegar su pecho del suelo extendiendo sus brazos cuando está boca abajo es tiempo de trabajar esas áreas primero para luego estimular el gateo. Hay muchísimas formas de estimular el gateo, pero la fundamental y la primera es la tolerancia al “tummy time”, ya luego se va refinando la destreza hasta llegar a la posición cuádruple y consecuentemente al movimiento en cuádruple.

En conclusión, recuerde que cuando escuche nuevamente el término de “no brinque la etapa del gateo” enfóquese en los beneficios primero, luego analice en qué etapa se encuentra su bebé y su nivel de desarrollo actual. Si su bebé no domina destrezas básicas como: el sentarse (balance) y despegar su pecho del suelo, entre otros, es tiempo de enfocarse en mejorar esas destrezas antes de continuar.

Si tiene dudas o preguntas recuerde consultar primero con su pediatra, en Baby Stella Helps You también estamos siempre dispuestos a aclarar cualquier duda o pregunta respecto al desarrollo de su peque.

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